Corriendo por la sierra.

Hoy ante la duda de si salir a montar en bici o ir al gym, al final ni una cosa ni otra, me he calzado las zapas de correr por la montaña y eso es lo que he hecho, una vueltecita de 24 kilómetros para entrar en calor, que falta hacia. 

Realmente para subir con la bici la cosa estaba complicada. Aunque la nieve es totalmente ciclable y no hay mucho espesor, unos 8 o 10 centímetros de nieve polvo, lo peligroso esta escondido debajo, placas de hielo como el cristal, resbaladizas e indetectables, perfectas para dar un resbalón y partirse la crisma, y aunque uno tiene algo de experiencia en estos terrenos, algún susto si que me he llevado, que si hubiera ido con la bici, piña segura. 

La vuelta durilla y divertida.

Saliendo desde Segovia me he marcado una cuestaza, con posterior subida a los San Leonardos y hasta la calzada romana a los pies de la Camorquina,  y vuelta para casa por el mismo sitio.

Me he encontrado con algún ciclista valiente, algún corredor haciendo lo mismo que yo, y algún montañero, vamos, que en total eramos cuatro en la sierra a las 11 de la mañana.

  

 

 

  

 

 

II Carrera Monumental de Segovia 2013

La segunda carrera del año, y no ha ido tan bien como la primera.
Esta mañana cuando me he levantado tenia una extraña sensación, no me encontraba muy bien tal vez por haber dormido solo un par de horas, aunque es lo normal en mi cualquier domingo del año.
Sobre las diez y media me presento el el Azoguejo para no andar con prisas y coger un buen sitio en la salida.
Allí me encuentro con Alvaro que ya ha calentado, y yo corro un poco para coger temperatura, pero las sensaciones en las piernas no son buenas, llevo toda la semana con molestias y eso que tampoco me he matado a correr, no se, sera por el frio digo yo.
En el ambiente se respira competitividad.
Se ve mucho atleta de nivel, mucho mas que el año pasado, y sobre todo gente venida de fuera para disfrutar de la dura prueba por el casco antiguo de nuestra ciudad.
Llega la hora y nos colocamos sobre la segunda o tercera fila de salida, y a las once en punto el disparo, y todo el mundo sale corriendo a un ritmo muy fuerte, y yo como no, pues les acompaño.
Esto no es bueno, pienso en mi, y zas, un kilómetro mas o menos y me arrea un tirón en el femoral derecho que me venia avisando desde que me levante esta mañana. Ahora que hago, bajo el ritmo, me paro, no se que hacer, y mientras lo decido continuo al ritmo que puedo mientras la molestia se adapta a lo que hay, ya que subiendo por la Cuesta de lo Hoyos sigo con el ritmo de los que acompaño.
Voy sufriendo mucho por el duro impacto de mis pies con el suelo de adoquín que me destroza las piernas, y todavía las subidas puedo correr deprisa, pero en cuanto es bajada me agarroto y no puedo correr, cosa que me da mucha rabia, pues aquí es donde me adelantan los demás corredores, y observo que ellos aprovechan estos tramos para tomar aliento, y yo todo lo contrario, aquí me desfondo.
Llego a la meta con un tiempo de 37 minutos clavados, unos segundos mas que el año pasado, pero teniendo en cuenta que este año salíamos unos metros mas atrás se puede decir que he tardado lo mismo, aunque el sufrimiento ha sido mayor, y aun contento por el resultado inesperado, me planteo si realmente debería de correr en este tipo de pruebas sin el entrenamiento adecuado.
¿Correré la media maratón? Quien sabe, pues lo que hoy me hace plantearme una cuestión , mañana se me ha olvidado.
Que viva el mountainbike.
Saludos.