Aunque el año pasado ya tuve la suerte de ir a este evento, (una de mis ultimas entradas al blog es cuando estaba "entrenando"). Entrenando entre comillas, porque para mi, y mi forma de entender el mtb (que yo no vivo de esto), no existen las series, los métodos de entrenamiento, los pulsometros, gps, stravas, suplementos de alimentación y demás historias... solo es cuestión de montar y montar y disfrutar del mtb y la montaña. Pero eso es otro tema...
Este año, por mi cumple, recibí un "regalo": Una inscripción al Soplao (vaya un regalo, eh?), Así que, aunque por cambio de circunstancias en mi vida (paternidad..) y aunque cada vez tengo menos tiempo para montar, me toco prepararlo, y como la preparación ya me servía por fechas para la Eusko, pues cuando salieron las inscripciones, me apunte... Luego ya vería si acabaria por hacerla o no.
Tras un frío y largo invierno, con mucho esfuerzo y fuerza de voluntad, llego la primera cita: El soplao
No lo había echo nunca, y aunque no es el tipo de mtb que a mi gusta, (solo son pistas fáciles y amplias, con mucho asfalto y hasta las mayores pendientes están hormigonadas), es una prueba para "carreteros" como digo yo, sólo prima la condición física, pero aún así, una vez en la vida merece la pena hacerlo, solo por vivir el ambiente, el numeroso público que te anima y te hace sentir un poco "Perico Delgado"y la amabilidad de los voluntarios en los avituallamientos.
Resumiré un poco como aconteció, salida multitudinaria (4.700 bikers, son muchos bikers), y a pesar de madrugar para coger sitio, ya pase con casi 5 min, de retraso por la salida, así que hala, salir a toda pastilla para intentar adelantar posiciones lo mas rápido posible para evitar atascos... Y es lo que tiene el soplao, que nunca paras de ver a gente delante y adelantar y te autoobligas a llevar un ritmo elevado, y dejas el beber y comer "para luego, cuando coja a ese", y si, no pille ningún atasco, pero al llegar antes del avituallamiento de Barcena( cuando todavia quedan 80 km a meta) comenzaron los calambres en los abductores, pero no me rendí, pero a partir de ahí me tome la carrera con calma, cogí mi ritmo y me olvide de lo demás, y consegui mantener más o menos los calambres a raya, solo tenia amagos despues de las bajadas tan largas, que te dejaban las piernas "frias". Al final consegui acabar en casi 9.30, que no esta tan mal a pesar de los calambres...
Pero vamos a la Eusko, casi tenia decidido no ir, encima la semana anterior estuvo lleno de tormentas con muchas lluvias, y encima desde la organización comunicaron que habia mucho barro, asi que apunto estuve de no ir, (yo iba a disfrutar, no a sufrir y fastidiar la bici en un lodazal). Al final el viernes se sujeto de llover y a ultima hora dedici ir, asi que cogi el coche con los trastos y tras 3.40 h de viaje alli estaba a las once de la noche en Santa de Cruz de Campezo. Decir que esta bien organizado, puedes aparcar en el campo de futbol, los vestuarios estan abiertos toda la noche, y te dejan dormir en el polideportivo.Yo como tengo un monovolumen que tumbas los asientos y el suelo se queda plano, me lleve un par de almohadillas de las hamacas de la piscina una almohada y la manta y alli dormí, con la bici al lado desmontada. Asi que a las 5 de la mañana, toca diana, recoger el dorsal, decidir que ropa ponerse, llenar los botes, repasar la bici y presentarse en la salida, que es a las 7 de la mañana. Este año cojo sitio en primera linea, que el año pasado me despiste y sali de los ultimos y me toco hacer como en el soplao, remontar y llevar un ritmo demasiado elevado al principio, que luego al final se paga.
Este año he aprendido la lección del soplao y como ya conocia el recorrido del año pasado, la estrategia ha sido diferente, salir bien colocado, subir un poco el ritmo al principio y en cuanto ya miras para atras y no ves una marabunta siguiendote, pues cojer mi ritmo y olvidarse si adelanto o me adelantan.
En la eusko, se empieza subiendo al Ioar, 1.000 mts de desnivel, para calentar, subida por pista amplia, con algún tramo roto, lo justo para que nada mas coronar y si has subido bien colocado puedas disfrutar de lo que viene a continuación sin atascos ni gente estorbando... nada mas coronar te meten por un sendero angosto y oscuro por la cantidad de arboles que hay, tanto que parece que se hace de noche y empieza una bajada superdivertida y un poco tecnica, este año con las raices y piedras humedas que hacian bajar con precaución y siempre muy pendiente de no "perder" la rueda delantera. Esta bajada desemboca en un sendero con sube y bajas entre arbustos por la cima de la montaña, con unas vistas increibles de los dos valles a los lados, aunque casi no tienes tiempo de verlas, entre cambios de marcha, sube baja, tuerce, esquiva, jejq que gozada... Luego desembocas en un tramo, un terraplen lleno de grava con una inclinación brutal, que hasta yo que no me gusta bajarme de la bici ni pa "mear", me toca bajarme, el año pasado estuve a punto de tirarme, pero este año no, con las piedras mojadas ni me lo planteo. Asi que bajo andando, y aun asi me deslizo y me pego un culetazo, afortunadamente sin consecuencias... Luego empiezas la senda de la dormida.... que decir... una autentica gozaaada, sendero estrecho, revirado, con buen firme, rapido con algún paso comprometido, y encima laaargooo, para disfrutar más.....
La ruta hace un ocho, despues de la senda vuelves al pueblo de salida, casi dan ganas de repetir otra vez (la bajada sobre todo), aqui ya pierdo la rueda del "máquina" que llevaba delante y que habia cogido en la bajada, y que en cuanto llanea desaparece, pero yo a mi ritmo. A partir de aqui, este año toda la ruta solo, el año pasado hicimos un grupito de 4 que cogimos un buen ritmito. Luego tras un tramo de enlace por pista, en la ya que me dedico a comer y beber, para llegar al avituallamiento y hacer más de lo mismo, luego ya te llevan hacia el parque natural de Izki, donde tienes un montón de senderos en los que hasta incluso vas abriendo paso con el manillar entre las ramas con repechos cortos y duros, combinados con subidas más largas y lo mismo de bajada, que hacen que se pasen los km volando. Este año con el barro ha sido más entretenido aún, y eso que yo iba bien colocado y todavia no estaba muy pisado... yo de todas maneras fui conservador con la mecanica y si me tenia que bajar en algún tramo pues me bajaba, el caso era no llenar la transmisión de barro ni los frenos... Y asi sigue todo una combinación de subidas, muy duras algunas aunque cortas que te obligan a darlo todo y poco a poco miman tus fuerzas, asi que cuando llegas al ultimo avituallamiento, que crees que esta todo acabado y solo queda bajar, pero todavia te hacen subir por una pradera de las que tienen imanes (y eso que mi bici es de carbono y en teoria no la afecta, jaja) y crestear por otra montaña y despues de una bajada queda aun la ultima subida, que recuerdo bien del año pasado, porque es donde me empezaron los calambres y tuve que abandonar el grupete de 2 que quedaba del de 4 que hicimos, para afrontar la ultima bajada, también superrapida y divertida, esta vez por un sendero con algo mas de piedra y gravilla suelta, que hace mas divertido controlando los derrapes. Este año he tenido que bajar con más precación que a partir de la última subida comenzo a llover y puso todo un poco más resbaladizo...
Hala hasta la proxima, si es que hay próxima entrada... que ya lo dudo.
