¡Que frio!

Ya ni escribimos ni nada. Ahora solo nos ha dado por montar en bici en secreto y no contar a nadie lo que hacemos aunque voy a hacer una excepción. 

El domingo como de costumbre desde los últimos ocho años quedamos donde siempre para ir al sitio previsto, y como siempre sucede con nosotros, ese sitio ni tiene nombre ni ubicación, simplemente no existe, pues nadie ha pensado nada, pero Vicente da la orden y esta vez le obedecemos, "al chorro", y partimos para allá.
Seguramente esta noche ha sido la mas fría de todas de estos días tan desapacibles que nos tiene congelados. Nueve grados bajo cero marcaba el termómetro cuando me iba a casa a las cinco de la madrugada de currar, y no de fiesta como otros se puedan pensar.
Desde el submarino cruzamos el pantano para ir dirección de La Granja, finca de la Sauca y desvió a los chorros, donde pasamos de un suelo duro, mas duro que el turrón de gasofa, que caduco en el año 82 cuando nos poníamos la camiseta de naranjito, a la nieve ya hecha hielo que hace muy difícil transitar por ella.
Después de la lucha de varios kilómetros por la intransitable nieve llegamos "al chorro", a la parte baja del mismo, que esta completamente congelada (seis grados bajo cero), y que para cruzar se necesita un poco de apoyo para no ir al suelo o mejor dicho al hielo.
     

Una demostración de autentica destreza y continuamos hasta la Granja para subir al esquinazo, y aquí que hay sol la temperatura es de seis grados positivo, un cambio que nos complace gratamente y que nos anima a seguir con la ruta, aunque Davis, Rodri, y yo nos tenemos que volver a casa, yo por trabajo y los otros dos por que les sale de ahí.
Nos bajamos por la Fuente de la Plata, y aquí nos dividimos en dos grupos, los que nos vamos y los que no, y estos se van al Cerro del Puerco, y luego a la Gallega, y a los Sanleonardos y ya para casita que seguro que han tenido bastante, pues estas rutas de nieve y hielo con la mitad haces el doble.

Os pongo unos vídeos de estos días de atrás cuando el otoño era eso, otoño.

 

Kamorkamtb en verano.

Aunque ya hace algún tiempo que no se escribe ninguna crónica, nosotros seguimos en activo y disfrutando de la bici todo lo que podemos y las obligaciones nos permiten.
Este verano hemos aprovechado para salir en grupo aparte de los domingos como es habitual, un par de días mas entre semana, haciendo rutas relámpago con mucha intensidad y técnica,  algunas mas de paseo, y unas cuantas nocturnas, pero siempre con mucho humor y diversión para todos.

 

                        Un poco de cena y de postre una sandia de 8 kilos que subieron en la mochila.

                                                         "La maquina" y la bici también.

 

 

   La Xena conmigo en la Camorca. Subió mejor que yo, pero bajando.....

                                            Reponiendo fuerzas después de una dura etapa.

                                                                   Echando carreras.

                                                                Y viendo anochecer.

Bola del Mundo en la noche de San Juan

 Hoy era la noche de San Juan, noche mágica por ser la más corta del año (aunque en realidad es la del dia 21), a algunos les da por hacer hogueras y saltar y a otros nos da por andar en bici.

Asi que varios kamorkas, (Eusebio, Remi, Pedro, Camilo, Toñin, Gasofa y yo) habiamos planeado para esta noche "especial", una semi-nocturna, subir a la bola del mundo a ver como se ponia el sol, y luego volvernos a casita con nuestras potentes linternas.

Quedamos a las 7, para subir con un poco de margen, pero que tampoco nos sobrara mucho, que tampoco era cuestión de estar esperando mucho rato, a 2.221 mts de altitud con el fresquito que allí hace. Encima el dia tampoco fue muy caluroso para lo que suele ser habitual. Pero este año ya sabemos que el tiempo esta un poco raro y el invierno no quiere dejarnos.

 La ruta elegida fue camino de los tanques, fuente de San Pedro, Senderito, buitrera. En el cruce con la pista, nos vamos por la pista que es más rapida y llevadera hasta la fuente de la reina, que reagrupamos un poquito, echamos un traguito y nos subimos a la Fuenfria.

Algunos kamorkas, como el Gasofa y yo haciamos doblete, por la manaña también habiamos salido a dar una vuelta al chozo con Angelin y Alvaro, y al Gasofa se le notaba que no carburaba bien del todo.

En la Fuenfria, otro reagrupamiento, y de aqui ya tiramos sin parar hasta la Bola. Como siempre hay algo de improvisación, ni siquiera habiamos mirado a que hora se ponia el sol, asi que por si acaso puse un poquito ritmo "quemagrasas" por el Smit, y ya sin para me puse a subir a la bola. Veo que me sobra tiempo asi que subo con relativa tranquilidad. En el bar la bola, veo que el resto del grupo empieza a subir, van a andar justos de tiempo y decido esperar alli, un poco al resguardo del aire, que la temperatura es de 8ºC y el aire que corre fresqui fresqui. Mientras ya preparo las linternas.

Ya estan aqui

Objetivo a la vista

 Asi que llegamos con el tiempo justo, nos abrigamos mientras vemos como se pone el sol, Pedro llega justo justo cuando empieza a meterse, y Gasofa como no le dio tiempo a subir se quedo donde el Cristo. Fotos de rigor y a mandarlas por el wasssa al resto de kamorkas que por diversos motivos no han podido venir (trabajo, obligaciones familiares, estar de vacaciones...) y ponerles los dientes largos, je je je.

Eusebio, Camilo y Toñin

La Epic 29er con la bola al fondo

Foto cedida por Gasofa

Y llego el momento, las fotos obviamente a contraluz y con los moviles no son gran cosa pero es mejor verlo  en directo.

Y en cuanto se puso el sol, todos para abajo que aqui no hay quien pare. La bajada por el hormigón muy rapida, aprovechando la luz del ocaso. Ya en Navacerrada se empiezan a ver luces encendidas. Volvemos  por el Smith, hasta el arroyo del Telegrafo y bajamos a la pista de la 3 revuelta. Intuimos en la penumbra de las linternas 3 jabalis, que salen despavoridos entre tanta luz rara. De la 3 revuelta nos bajamos al rio por el senderito y hacemos todo el rio, no sin ver antes un corzo y un zorro. Ya en Valsaín llamamos al de las pizzas, para que las vaya preparando y llevando a Casa Toñin, que cedio amablemente su merendedo-bodega aun sin acabar, para dar buena cuenta de ellas. Y todo calculado, llegamos justo cuando el "motopizzero" se iba, asi que nos las comimos calentitas, y por supuesto no dejamos nada.

Camino Schmid con David.

Riaza B-Pro 2013

Ultimamente no estoy muy por la labor de las crónicas, aunque esta vez haré una excepción.

Dos kamorkas (Eusebio y yo) nos apuntamos a la Riaza B-Pro, ruta larga de 80 km, pero el tiempo esta vez no acompaño. 2º o 3º C al llegar y una especia de niebla meona o lluvia fina, además los días anteriores lloviendo y nevando, hacían el panorama poco halagüeno.

Todo eso hizo cambiar a la organización parte del recorrido y anular tramos, dejándola en 71 km. En la salida el speaker recomendaba a todos hacer la de 40 km que por el barro ya iba a ser dura, así que nos entro la duda, y a puntito estuvimos de hacer la de corta, que salia una hora más tarde. Más que nada por si había barro de ese pegajoso que atasca las ruedas y hace imposible andar y solo hace sufrir la bici y al biker.

Nos encontramos con los amigos de Eusebio de Cantalejo, ellos si que hacían la larga, echando pelotas, así que nos autoconvencimos de echarle valor y cuando faltaban diez escasos minutos, nos fuimos a preparar los trastos. Ropa de abrigo, gore tex, poner el dorsal, guardabarros...

Aquí voy a hacer un inciso. Se veía por hay gente en pantalón corto y sin salvabarros, cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero para aguantar 4 o 5 horas con esta temperatura y encima mojado, no se... yo prefiero seguir el refrán, ande yo caliente y sequito y se ría la gente.
Así que yo no ande por las ramas, Botas Gore Tex, culotte largo invierno, pantalón impermeable encima, y las polainas de andar por la nieve también, para evitar que se moje la pierna y entre el agua dentro de la bota (que con el gore tex luego no sale y se te queda el pie encharcado), camiseta térmica y chaqueta gore tex, y en la cabeza un gorrito tapaorejas y casco. En la bici salvabarros delantero y trasero que al final llovió más por abajo que por arriba. Y la verdad que acerté de pleno, toda la ruta aguante tan bien sin pasar frió ni tener sensación de estar calado, lo mejor para concentrarse en solo dar pedales.

Eusebio también iba preparado de narices, ya sabéis que es más friolero, así que todavía llevaba mas ropa que yo y por supuesto guardabarros.

Entre tantos preparativos, se nos hizo la hora, y aun íbamos hacia la salida en bici cuando dieron la salida a los trescientos y pico valientes que se atrevierón con la ruta larga. De los 1.600 inscritos, se rumoreo que unos cuatrocientos ni siquiera salierón en ninguna de las dos y el resto optaron por la corta.

Así que salimos de los últimos, aunque rápidamente fuimos ganando posiciones, el primer tramo de asfalto con la carretera cortada al trafico y con alguna cuesta ayudo bastante,

Eusebio en la salida

Luego ya nos adentramos en un camino de herradura cuesta abajo con bastante barro en el que la gente bajaba con bastante precación por el barro, así que aproveche para colarme por los arcenes y la hierba y a la vez que evitaba el barro, adelanté otras cuantas posiciones.

Luego cruzamos un arroyo, y a partir de hay ya un rosario de corredores desperdigados. Yo cogí mi ritmo, y no me preocupe si adelantaba o me adelataban, y así poco a poco fui ganando posiciones, sin cebarme. Cuando llego al primer avituallamiento, y al ver todo entero y a mi disposición, a parte de acordarme del Gasofa, pregunto si han pasado muchos y me dicen que unos veinte o así y que soy el segundo que paro. Como veo que los que acabo de adelantar ni paran, vuelvo a la faena.

Primer avituallamiento

Y así fueron pasando los km, con el terreno bastante pesado, con las subidas que parecian el doble de subidas y viendo como esos lejanos bikers que poco a poco se iban  haciendo más grandes. Todo el mundo guardaba fuerzas, porque ninguno se picaba ni intentaba seguirte la rueda cuando le adelantabas.

Metido en faena

 El segundo avituallamiento, parada corta y ya nos avisan que queda lo peor, en cuanto empiece un senderito que sube a la ermita de Hontanares, y luego ya todo para abajo. Pero antes de llegar, había que subir otra interminable cuesta, no con mucho desnivel pero muuyyy larga, y con el barro se hizo más.

Por fin llego el senderito, y metí el platillo y conseguir subir casi todo, menos el último tramo, en el que ya las perdidas de tracción, y el cansancio y saber que ya se acaba me hicieron poner el pie y andar un poquito.

Subiendo a la ermita

Ultimo avituallamiento, este muy rápido, que aquí hace una rasca importante, rodeado de nieve y uno solo tiene ganas de llegar ya, bajada por pista veloz hasta coger un senderito muy divertido, aunque más bien parecía un arroyuelo, lleno de agua y piedras. Luego una breve subida en la que empiezo a notar principios de calambres en los cuadriceps y salida a Riaza para llegar a meta.

Al final conseguí un excelente tiempo de 4:01,54, puesto 11º, y Eusebio también,  4:43,55 puesto 45º.

En la llegada se juntaban las dos rutas, daban la típica bolsa chorra de regalos, (portabotes y bote de 3 € con precio puesto, camiseta, brik de leche, botella agua, otra de isotonica, revista atrasadas de bike, publicidad, caja de galletas y lo mejor de todo: una barra de pegamento Pritt de pegar papel) un caldito caliente que fue lo mejor, también daban una medalla en la que te grababan tu tiempo y nombre, mientras llegaba Eusebio, espere la cola para grabar la medalla, y luego otra para lavar las bicis. Esto fue lo peor, solo dos máquinas para lavar, tantas bicis, ni una misera manguera más, asi que ya era mucho esperar, me empeze a quedar frio, desisti y me fui al coche a cambiar. Como Eusebio todavia no habia llegado se me ocurrio ir a la gasolinera a lavar la bici, pero habia igual de cola, y justo llego Eusebio, y al final decidimos largarnos a casita a ducharnos con agua seguro que caliente (tambien te podias duchar alli, pero no sabemos si con agua caliente o fria) y ya lavariamos las bicis.

A destacar lo bien señalizada de la prueba, voluntarios en todos los cruces, amabilidad en los avituallamientos y recogida de dorsales, diversidad de productos (fruta, barritas, quesitos de menbrillos, agua, isotonicas...), y por mejorar lo de unas cuantas mangueras para lavar bicis (que no hace falta ni siquiera las 2 miseras karcher que habia). Bueno y el tiempo, que para ser 19 de mayo ya esta bien de invierno, aunque en eso la organización poco puede hacer.

El tigre cae en la trampa

Algunas veces hay trampas que nos hacen ir al suelo. A qui la prueba:

Por la noche no todos los kamorkas son pardos.

Ante la imposibilidad de salir de día por diferentes motivos, familiares, laborales, etc. ya en dos ocasiones, algunos de los kamorkas nos decidimos a aprovechar el tiempo de mas que queda en la tarde noche para dar una vueltecita por la sierra.
El primer día salimos solo Gasofa y yo. Una vuelta de dos horas hasta La Fuente de La Reina con bastante frio y algo de nieve e la zona mas alta. Una noche muy oscura, pero con las linternas Made in China sin ningún problema.
El segundo día el grupo creció, juntándonos cinco kamorkas, David, Gasofa, Eusebio, Pedro y yo.
El destino el mismo para evitar problemas de barros y zonas encharcadas debido al gran chaparron de agua caído por la tarde.
Algún contratiempo en la ida como la perdida de aire de la rueda trasera de la bici de David, o el que se nos pusiera a llover durante diez minutos, nada de importancia que nos hiciera desistir de llegar a la Fuente De La reina.
Hoy la temperatura es algo mejor que el pasado día y ya no hay nieve, aunque hay muchísima humedad.
Regresamos sanos y salvos, sin ningún contratiempo, y con unos kilometros para el cuerpo muy sanos para dormir como niños pequeños.

 

Chorro Chico, Chorro Grande.

Domingo 24 de Marzo de 2013.

El día amanece tranquilo después de una noche de lluvia intensa y no hay escusa para quedarse en casa. 

Después del chaparrón del domingo pasado la verdad es que no tenia demasiadas ganas de agua, eso si, ganas de bici un montón.

A las 9,30 salgo en busca del grupo, pero hoy solo esta Gasofa. Los dos solos vamos en busca del resto al submarino amarillo y por el camino secuestramos a Chomin, que los Sherpas ya no le quieren, y nos le llevamos con nosotros a ver si nos enseña algún rincón escondido.

En el segundo punto de encuentro (submarino amarillo) nos esperan Vicente, Álvaro, Rodri, Pedro, y el nuevo fichaje, Jose el becario.

¿Donde vamos? Al Chorro Chico y al Chorro Grande dice Vicente, y por primera vez todos de acuerdo, incluso yo que soy un inconformista con las decisiones de Vicente.

Nos ponemos en marcha, cruzamos el pantano y vamos por la orilla dirigidos por Vicente que nos quiere enseñar una nueva técnica par cruzar puentes de madera. Cuando llegamos al puente procede a ejecutar el ejercicio, impresionante, no tengo palabras. Que estilo y que perfección. Ha sido capaz de cruzar sin apenas tocar el puente, la bici por un lado y el por el otro. Para verlo.

Una trucha inmensa que pasaba por allí también lo debió de ver, y de la impresión entro en estado de shock y fue rescatada por un pescador que la hizo unos ejercicios de reanimación.

Risas y aplausos y seguimos con la ruta.

Subimos por detrás de La Granja, cruzando la finca de La Sauca. 

 

  

 

El terreno muy húmedo, y a medida que cogemos algo de altura va apareciendo la nieve que ha caído esta noche. La temperatura que era muy buena, en esta zona desciende considerablemente, y pasamos de unos 8 o 10 grados a tener 3 o menos.

 

 

 

Breve visita al Chorro chico y parada en el Chorro Grande para hacer el momento orejón. 

Orejones, dátiles, nueces, almendras, galletas rellenas de chocolate, plátanos, barritas energéticas, geles, bebidas isotónicas... Menudo festín nos pegamos para recuperarnos de los apenas 25 kilómetros que llevamos.

 

 

 

Retomamos la marcha y ahora dirige Chomin que nos lleva por senderos poco transitados, y vamos a salir a la pista que sube a Fuente Infantes, bajamos hasta el esquinazo y nos cruzamos para ir a la zona de La cueva del Monje.

Hoy tengo algo de prisa, como no. Me despido del resto y tomo un atajo que baja a Valsain, y por la parte de atrás vuelvo al pantano, carril bici y estoy en Segovia antes de la una.

No han sido muchos kilómetros, unos 45, pero ha estado bien.