Dos kamorkas (Eusebio y yo) nos apuntamos a la Riaza B-Pro, ruta larga de 80 km, pero el tiempo esta vez no acompaño. 2º o 3º C al llegar y una especia de niebla meona o lluvia fina, además los días anteriores lloviendo y nevando, hacían el panorama poco halagüeno.
Todo eso hizo cambiar a la organización parte del recorrido y anular tramos, dejándola en 71 km. En la salida el speaker recomendaba a todos hacer la de 40 km que por el barro ya iba a ser dura, así que nos entro la duda, y a puntito estuvimos de hacer la de corta, que salia una hora más tarde. Más que nada por si había barro de ese pegajoso que atasca las ruedas y hace imposible andar y solo hace sufrir la bici y al biker.
Nos encontramos con los amigos de Eusebio de Cantalejo, ellos si que hacían la larga, echando pelotas, así que nos autoconvencimos de echarle valor y cuando faltaban diez escasos minutos, nos fuimos a preparar los trastos. Ropa de abrigo, gore tex, poner el dorsal, guardabarros...
Aquí voy a hacer un inciso. Se veía por hay gente en pantalón corto y sin salvabarros, cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero para aguantar 4 o 5 horas con esta temperatura y encima mojado, no se... yo prefiero seguir el refrán, ande yo caliente y sequito y se ría la gente.
Así que yo no ande por las ramas, Botas Gore Tex, culotte largo invierno, pantalón impermeable encima, y las polainas de andar por la nieve también, para evitar que se moje la pierna y entre el agua dentro de la bota (que con el gore tex luego no sale y se te queda el pie encharcado), camiseta térmica y chaqueta gore tex, y en la cabeza un gorrito tapaorejas y casco. En la bici salvabarros delantero y trasero que al final llovió más por abajo que por arriba. Y la verdad que acerté de pleno, toda la ruta aguante tan bien sin pasar frió ni tener sensación de estar calado, lo mejor para concentrarse en solo dar pedales.
Eusebio también iba preparado de narices, ya sabéis que es más friolero, así que todavía llevaba mas ropa que yo y por supuesto guardabarros.
Entre tantos preparativos, se nos hizo la hora, y aun íbamos hacia la salida en bici cuando dieron la salida a los trescientos y pico valientes que se atrevierón con la ruta larga. De los 1.600 inscritos, se rumoreo que unos cuatrocientos ni siquiera salierón en ninguna de las dos y el resto optaron por la corta.
Así que salimos de los últimos, aunque rápidamente fuimos ganando posiciones, el primer tramo de asfalto con la carretera cortada al trafico y con alguna cuesta ayudo bastante,
Eusebio en la salida |
Luego ya nos adentramos en un camino de herradura cuesta abajo con bastante barro en el que la gente bajaba con bastante precación por el barro, así que aproveche para colarme por los arcenes y la hierba y a la vez que evitaba el barro, adelanté otras cuantas posiciones.
Luego cruzamos un arroyo, y a partir de hay ya un rosario de corredores desperdigados. Yo cogí mi ritmo, y no me preocupe si adelantaba o me adelataban, y así poco a poco fui ganando posiciones, sin cebarme. Cuando llego al primer avituallamiento, y al ver todo entero y a mi disposición, a parte de acordarme del Gasofa, pregunto si han pasado muchos y me dicen que unos veinte o así y que soy el segundo que paro. Como veo que los que acabo de adelantar ni paran, vuelvo a la faena.
Primer avituallamiento |
Metido en faena |
El segundo avituallamiento, parada corta y ya nos avisan que queda lo peor, en cuanto empiece un senderito que sube a la ermita de Hontanares, y luego ya todo para abajo. Pero antes de llegar, había que subir otra interminable cuesta, no con mucho desnivel pero muuyyy larga, y con el barro se hizo más.
Por fin llego el senderito, y metí el platillo y conseguir subir casi todo, menos el último tramo, en el que ya las perdidas de tracción, y el cansancio y saber que ya se acaba me hicieron poner el pie y andar un poquito.
Subiendo a la ermita |
Ultimo avituallamiento, este muy rápido, que aquí hace una rasca importante, rodeado de nieve y uno solo tiene ganas de llegar ya, bajada por pista veloz hasta coger un senderito muy divertido, aunque más bien parecía un arroyuelo, lleno de agua y piedras. Luego una breve subida en la que empiezo a notar principios de calambres en los cuadriceps y salida a Riaza para llegar a meta.
Al final conseguí un excelente tiempo de 4:01,54, puesto 11º, y Eusebio también, 4:43,55 puesto 45º.
En la llegada se juntaban las dos rutas, daban la típica bolsa chorra de regalos, (portabotes y bote de 3 € con precio puesto, camiseta, brik de leche, botella agua, otra de isotonica, revista atrasadas de bike, publicidad, caja de galletas y lo mejor de todo: una barra de pegamento Pritt de pegar papel) un caldito caliente que fue lo mejor, también daban una medalla en la que te grababan tu tiempo y nombre, mientras llegaba Eusebio, espere la cola para grabar la medalla, y luego otra para lavar las bicis. Esto fue lo peor, solo dos máquinas para lavar, tantas bicis, ni una misera manguera más, asi que ya era mucho esperar, me empeze a quedar frio, desisti y me fui al coche a cambiar. Como Eusebio todavia no habia llegado se me ocurrio ir a la gasolinera a lavar la bici, pero habia igual de cola, y justo llego Eusebio, y al final decidimos largarnos a casita a ducharnos con agua seguro que caliente (tambien te podias duchar alli, pero no sabemos si con agua caliente o fria) y ya lavariamos las bicis.
A destacar lo bien señalizada de la prueba, voluntarios en todos los cruces, amabilidad en los avituallamientos y recogida de dorsales, diversidad de productos (fruta, barritas, quesitos de menbrillos, agua, isotonicas...), y por mejorar lo de unas cuantas mangueras para lavar bicis (que no hace falta ni siquiera las 2 miseras karcher que habia). Bueno y el tiempo, que para ser 19 de mayo ya esta bien de invierno, aunque en eso la organización poco puede hacer.
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