Una poesía para animar este blog, inspirada en esas subidas infernales.
Mis piernas esos dos grandes cayados,
a veces con pelo y otras si él,
aprendieron a crece y a encoger,
subieron mi cuerpo en grandes pendientes,
pisaron piedras, barros, charcos…e incluso cacas,
golpearon piñas, ramas, cascos…,
se hirieron con zarzas,
se machacaron en mil y una caídas,
me salvaron en otras setecientas,
me pasearon por la sierra,
se electrocutaron en la bola de mundo,
se mojaron en el eresma y en el río negro (Argentina),
se lamentan el domingo por la tarde….
Mis piernas tan odiadas como amadas,
sin ellas muero, con ellas vivo,
mis piernas a veces con pelo y otras sin él.